martes, 2 de julio de 2019

En el inicio solo salía a meterme a la ventanas de el vecino más cercano, luego a los de alrededor hasta que me sorprendí a mí mismo mientras entraba en la ventana de el segundo piso de una casa a tres horas de la mía, era bastante grande y con forma geométrica, me gustaba meterme por las ventanas como burla hacia el sistema, quien decide por que ranura o agujero tienes que entrar para considerarte decente, el problema estaba en que había desarrollado costumbre tal vez vicio por hacerlo.

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